Fernando Sánchez Lineros se dirigía con su camión a Picassent cuando se quedó atrapado en la carretera V-31. Desconocía el motivo por el que los coches se acumulaban a ocho kilómetros del municipio valenciano.
Poco a poco, el agua fue cubriendo el asfalto. Los vehículos comenzaron a darse la vuelta, provocando un gran tapón. El nivel seguía subiendo, los coches empezaron a flotar y algunos de sus ocupantes decidían ponerse a salvo en el techo.
Uno de esos vehículos era el de Alejandra. Chocó con el camión de Fernando, quien la ayudó a subir a su cabina y a entrar por la ventana. El valverdeño la tranquilizó, le dio comida y bebida, encendió la calefacción y le ofreció su cama.
Alejandra, afincada en Valencia y con un hijo, agradeció el gesto de Fernando, que sigue impactado con las imágenes que vio desde lo alto de su camión.
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