El asilo de ancianas de la Obra de Jesús Nazareno en Nerva se enfrenta a un posible cierre tras más de 70 años de servicio y cuidado de mujeres mayores en riesgo de exclusión.

Una orden que nacía en los años 50, cuando Luisa Sosa sintió una llamada en su interior que le impulsó a trabajar por las personas mayores necesitadas. En sus mejores años, el asilo llegó a albergar a 45 ancianas y varias niñas que estaban a su cargo.

Hoy, con una veintena de mayores y cinco hermanas que velan por ellas, su obra benéfica peligra. Después de las dos últimas inspecciones de la Junta de Andalucía, se insta a la Obra de Jesús Nazareno a que estas cinco mujeres se den de alta en la seguridad social y contraten a dos auxiliares de clínica, algo que económicamente es imposible para la orden.

Desde la congregación aseguran a SER Andévalo y Minas que no están dispuestas a constituirse como empresa, ya que «no fue ese el fin con el que la Madre Luisa formó esta orden» y han pedido a la Junta un fin de funcionamiento como residencia.

Entre tanto, las hermanas han propuesto que su labor social fuese extinguiéndose poco a poco con las ancianas que actualmente viven en la casa, algo a lo que la inspección de trabajo se ha negado y ha instado a que todas las ancianas abandonen la residencia antes de diciembre.

Su lucha ahora es continuar con la obra hasta el final. Algunas de las mayores no quieren abandonar la residencia, ya que «no entienden por qué deciden por ellas».

El futuro de esta orden es incierto, si bien todo parece indicar que acabará desapareciendo, ya que, a este revés, hay que sumar la falta de vocaciones. Los vecinos de Nerva ya han inundado las redes sociales pidiendo que no se cierre una parte de la historia de la localidad.